Animo a las delegadas y delegados Sindicales.

El mismo hecho:

• Un Almuerzo de trabajo de los Empresarios, hablando de sus negocios y como ganar más dinero: Queda muy bien visto. (Salen en la Televisión, revistas, fotos,..)
• Un Almuerzo de trabajo de Delegados Sindicales, hablando de los problemas con que se encuentran cada día en su trabajo y buscar soluciones: Queda fatal, muy mal visto. (Vagos, malos compañeros,…)

¿Quién sale beneficiado, y a quien le interesa este punto de vista? Puedes responder...

¿Porque me hicieron Delegado Sindical?

El VI Convenio colectivo marco estatal de servicios de atención a las personas dependientes y desarrollo de la promoción de la autonomía personal, solo se aplica (Cuando se aplica) según los intereses de las Empresas, y estamos aquí para que se cumpla el convenio:

•  Sueldo de una categoría inferior, realizando un trabajo de categoría superior.
•  Se han pagado 30 € (Gratificación voluntaria, a descontar IRPF) por un día de trabajo. Equivale a aprox. 3 € la hora (13,23 € hora extra según convenio).
• No se pagaba antigüedad. 18,03 €
• No se pagaba el Plus de nocturnidad en Vacaciones.
• etc.…

Y queda mucho trabajo por hacer, para que se reconozcan nuestros derechos y dignidad. Difícil, cuesta mucho, porque ya no solo tienes a la Empresa en tu contra, y toda la camarilla que le sigue, si no que tus propios compañeros y compañeras tienen el mismo punto de vista que comentaba al principio.

Seguimos trabajando por la aplicación justa del convenio actual, y por que pronto tengamos un convenio Catalán que valore a las trabajadoras y trabajadores, que cada día cuidamos y atendemos a nuestros mayores.

FERNANDO ALVAREZ

Delegado Sindical CCOO

A TODOS LOS BENDIGO CON AMOR

Hola compañer@s hoy voy a explicar lo. que me ha pasado a mí .
A Maricarmen Salgado
Es tan indignante que no me importa poner mis nombres y apellidos.
Mi madre está muy enferma casi con un pie aquí y otro allí, últimamente y por desgracia la ingresan por desgracia demasiadas veces. Antes como su salud no era tan delicada como ahora pues si me los podíamos combinar pues no me cogía los 3 días que marca el convenio, ahora pues si por que ya lo único que me quedara será los días que pase con ella.
Antes de ayer la ingresan y se queda mi hermana anoche a las 3 nos llaman del hospital por que casi se nos va, imaginaros que disgusto.
Vale a que viene esto, pues estando en el hospital cansada y sin dormir me llama la supervisora y me dice:
Los de Laboral de Madrid me dicen que los 2 días que as pedido por ingreso te los van a descontar por que esta ingresada por lo mismo 😲.
¿Perdona tu que sabes por qué motivo esta ingresada mi madre?
y además si lo supieras legalmente, ¿donde pone eso?
Como ya les he dicho y lo cito literalmente se pueden meter el dinero POR EL CULO.
LO PRIMERO ES MI MADRE.
2 Ya decidirá un tercero si eso es legal.
Estoy indignada, que los empresarios utilicen el momento en el que eres más vulnerable para querer quitarte tus derechos es de ser mala persona más que mala es ser un villano.
¿Que eso lo hacen para que no hallan abusos?
Perdonen ustedes, ¿se creen que coger los días para estar en un hospital sin dormir viendo como se apaga día tras día la vida de tu madre eso es un abuso?
SEÑORES EMPRESARIOS DE CUALQUIER SECTOR QUE PIENSEN ASÍ SON USTEDES UNOS SINVERGUENZAS dios quiera que nunca tengan que pasar por eso.
A TODOS USTEDES LOS BENDIGO CON AMOR por no enviarles a la MIERDA.
Y ahora ya pueden tomar las medidas que quieran
ATENTANTAMENTE.
Maricarmen Salgado.

L'àvia de Catalunya fa 115 anys

Principios que guían la labor del periodista, el principal de los cuales es el respeto por la verdad, el rigor en la búsqueda de la información fidedigna y verificable. En general, se considera buen periodista al que consigue información relevante, breve y exacta.

Si esta información, la suministran compañeras como “Mila” el rigor y la verdad están garantizados.
Trabajamos con personas como Tú.

 
http://www.elpuntavui.cat/societat/article/5-societat/1017030-l-avia-de-catalunya-fa-115-anys.html 

L'Ana ni està ni ha estat malalta gairebé mai, però el seu organisme debilitat és avui el reflex de l'inexorable pas del temps. Viu afectada per una demència senil que la manté desendollada del món real, fins al punt que avui no serà conscient que al seu voltant se celebrarà el seu 115è aniversari. La centenària de la Verneda té, a més, molt perjudicada l'oïda, no parla, té disminuïda la capacitat de visió i, en els últims anys, ha deixat de ser autònoma en la mobilitat fins a ser del tot dependent.
Estímuls sensorials
L'Ana viu en el seu món, és impossible comunicar-s'hi perquè expliqui tot el que es pot arribar a viure en 115 anys d'existència, però encara respon als estímuls sensorials, a les carícies i a la música que cada dia li ofereixen les seves cuidadores, com la Paquita i la Milagros. Aquestes dues dones expliquen que la seva pacient és una dona que encara manté una bona gana –només ingereix aliment triturat– i que és una llaminera amb predilecció per la xocolata.
Com que l'Ana havia estat sempre molt “presumida”, la Milagros i la Paquita la vesteixen amb les seves arracades més llampants i un collaret que destaca sobre una camisa florejada. “Tenia molt de caràcter. Fins que va poder, col·laborava amb nosaltres per fer el llit i, quan s'empipava, et renyava. Li agradava la gresca i disfressar-se, i mentre va parlar va mantenir un accent cordovès molt marcat”, explica la Paquita.
Una caiguda, fa quatre o cinc anys, va marcar un abans i un després en la salut d'aquesta centenària. De resultes de la revinclada, va haver de ser ingressada a l'hospital per ser operada del fèmur trencat i, quan va tornar a la residència, ja no va ser la mateixa dona. “És com si des d'aquell moment hagués desconnectat”
Un dia, un mes
El dia a dia d'Ana Vela comença quan es desperta, entre les nou i les deu del matí. I, del llit, un cop ha esmorzat i li han fet la cura de neteja, i després que la vesteixin, passa a una cadira de rodes. La condueixen a la sala menjador, on s'està fins a l'hora de dinar, dos quarts de dues. Menja asseguda en una cadira, sense cap contenció, i a les quatre de la tarda torna al llit, on passa la resta del dia fins que es queda adormida.
Dia sí i dia també, l'Ana rep la visita d'una anciana de 88 anys: és la seva filla Ana, l'única dels quatre fills que va tenir que encara és viva. 

Ana ni está, ni ha estado enferma casi nunca, pero su organismo debilitado es hoy el reflejo del inexorable paso del tiempo. Vive afectada por una demencia senil que la mantiene desenchufada del mundo real, hasta el punto de que hoy no será consciente de que a su alrededor se celebrará su 115è aniversario. La centenaria de la Verneda tiene, además, muy perjudicado el oído, no habla, tiene disminuida la capacidad de visión y, en los últimos años, ha dejado de ser autónoma en la movilidad hasta ser del todo dependiente.
estímulos sensoriales
Ana vive en su mundo, es imposible comunicarse con ella para que explique todo lo que se puede llegar a vivir en 115 años de existencia, pero todavía responde a los estímulos sensoriales, a las caricias ya la música que cada día le ofrecen sus cuidadoras, como Paquita y Milagros. Estas dos mujeres explican que su paciente es una mujer que aún mantiene un buen apetito -sólo ingiere alimento triturado- y que es una golosa con predilección por el chocolate.
Como Ana había sido siempre muy "presumida", Milagros y Paquita la visten con sus pendientes más llamativos y un collar que destaca sobre una camisa floreada. "Tenía mucho carácter. Hasta que pudo, colaboraba con nosotros para hacer la cama y, cuando se enfadaba, te regañaba. Le gustaba la juerga y disfrazarse, y mientras habló mantuvo un acento cordobés muy marcado ", explica Paquita.
Una caída, hace cuatro o cinco años, marcó un antes y un después en la salud de esta centenaria. De resultas de la caida, tuvo que ser ingresada en el hospital para ser operada del fémur roto y, cuando volvió a la residencia, ya no fue la misma mujer. "Es como si desde ese momento hubiera desconectado"
Un día, un mes
El día a día de Ana Vela comienza cuando se despierta, entre las nueve y las diez de la mañana. Y, de la cama, una vez ha desayunado y le han hecho el cuidado de limpieza, y después de que la vistan, pasa a una silla de ruedas. La conducen a la sala comedor, donde se está hasta la hora de comer, dos y media. Come sentada en una silla, sin contención, y las cuatro de la tarde vuelve a la cama, donde pasa el resto del día hasta que se queda dormida.
Día sí y día también, Ana recibe la visita de una anciana de 88 años: es su hija Ana, la única de los cuatro hijos que tuvo que todavía está viva.