La lectura despierta
una gozosa llama íntima que, bien alimentada, no se apaga nunca. Leer es una
perdurable aventura interior en la que siempre surgen descubrimientos que nos
sorprenden, tanto en las maravillas externas que salen por doquier como en las
emociones e inquietudes que reviven en la imaginación. Leemos para saber que no
estamos solos; para conocer otras vidas, acercarnos a otros mundos y a otras
culturas, sentir nuevas emociones e intensificar las ya vividas y comprender
algo mejor las inquietudes del género humano-
Leer el Diario De Geriatría
es entrar en ese mundo que en cualquier momento nos tocara vivir.
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